La doble capa de invisibilidad: enfermedad mental en prisión

La enfermedad mental y las conductas delictivas en determinadas ocasiones pueden ir ligadas, ya que hay personas con enfermedad mental que cometen delitos y delincuentes que desarrollan una enfermedad mental. Por ello es importante abordar cuanto antes las necesidades de las personas con trastornos mentales privadas de libertad.

Un delito es un comportamiento que, ya sea por propia voluntad o por imprudencia, resulta contrario a lo establecido por la ley. El delito, por lo tanto, implica una violación de las normas vigentes, lo que hace que merezca un castigo o pena.

Se conoce como enfermedad mental al síndrome o patrón de carácter psicológico sujeto a interpretación clínica que, por lo general, se asocia a un malestar o a una diversidad.

Las personas que residen en prisión están estigmatizadas por la sociedad y simplemente por ese hecho ya se encuentran en riesgo de exclusión. Además, en prisión existen personas que sufren enfermedad mental y que están completamente abandonadas e invisibilizadas. Cerca de un 10% de los 70.000 personas internas en los centros penitenciarios españoles sufren enfermedad mental y no existen apenas recursos para paliar sus necesidades.

Las características de las personas con enfermedad mental excluidas de libertad son las siguientes:

• El número de hombres supera con creces al de mujeres
• Tienen de 25 a 40 años de edad.
• Presentan un nivel cultural muy bajo (cercano al analfabetismo).
• Carecen de recursos económicos.
• Poca formación profesional.

La medida de internamiento en un centro penitenciario es la menos adecuada para atender asistencialmente a una persona con enfermedad mental. Sin embargo, en muchos casos, es la clave para que la persona tenga su primer contacto con la intervención asistencial de la enfermedad y con una ayuda para controlar las patologías psiquiátricas.

Por último, creemos que es importante crear nuevas estrategias de asistencia psiquiátrica para que las personas con enfermedad mental reciban un programa de atención individualizado de tratamiento y rehabilitación a pesar de estar dentro de prisión. Ya que este tratamiento es esencial para la reinserción de estas personas dentro de la sociedad.